Esta consciencia en el uso de estéticas decididamente Kitsch hacen tomar a Casal una actitud que lo aproxima al Camp, categoría definida por Susan Sontag como el amor por lo antinatural, por el artificio, por el exceso. Sus recargadísimos ambientes, los derroches de color, el mareo de elementos y objetos que lo cubrían en sus actuaciones nos o hacen aparecer Camp.
Otra de las constantes que encontramos en la producción artística que podríamos calificar de Kitsch, es la utilización de imágenes macabras y monstruosas que aluden a la muerte, tomada ésta con mucho sentido del humor y con cierto distanciamíento, Tino Casal no se escapa a esto, soprendidndonos con una personal imaginería plagada de calaveras y esqueletos dorados y cromados. Sus esculturas se construyen con huesos, llegando a enmarcar una calavera que luego baña en pintura actínica, consiguiendo así un efecto decididamente Gore.
En relación con esto están también las alusiones a la iconografía cristiana, que encontramos en los Crucificados que pinta para su familia y en los ángeles y las alas que aparecen en sus cuadros y entre sus objetos, y es que el arte sacro de los últimos tiempos con sus límpidas imágenes y su sentimentalismo exaltado ha sido una continua fuente de inspiración para el arte Kitsch.
PAGINA ANTERIOR // PAGINA SIGUIENTE
INDICE // PAGINA PRINCIPAL